La sombra, asombra
GONTZAL DÍEZ / Murcia 20.04.10
Periódico La Verdad
Las marionetas son maniqueas, es una manía que tienen; es que con las sutilezas se enredan. ¡Qué le vamos a hacer! Son así y así hay que quererlas. Hormigas suben al árbol es un plato chino de fideos, carne picada, cebolla, pimiento rojo y otras especies. También es el nombre de una compañía murciana de titiriteros que bien cocinan sus espectáculos con un toque picante, sabores más dulces que agrios y salsas suculentas. Con mimo guisados los ingredientes. Apetitoso. Buenos manipuladores de muñecos convincentes, expresivos y bien construidos. Muñecos a tamaño real: tres niños, una madre un tanto regordeta, disparatada, cirujana y divorciada, y un hurón que todo lo huronea con movimientos divertidos y certeros. Los muñecos cuando se manipulan a la vista (con técnicas del teatro bunraku) funcionan si dejas de ver al manipulador en quince segundos y, en esta ocasión, en diez segundos los actores se hacen invisibles pese a que sus manos y pies son las manos y pies de las marionetas.
Pero donde estas hormigas se muestran laboriosas y meticulosas es en el segundo escenario: las sombras. Ahí sí que pican. La historia es simple: la tele (sobre todo si te la regala el alcalde) te come la imaginación y te sorbe el seso y te deja convertido en una especie de zombi consumista y compralotodo (lo cual resulta un tanto maniqueo, ¡qué le vamos a hacer!, pero algo de razón tienen). Las sombras y la manipulación de muñecos (una proyección en dos grandes pantallas) tienen momentos descacharrantes como un anuncio de 'Los vigilantes de la playa' realizado con muñecas Barbie y Ken (una pequeña joya visual), una promoción de baba de caracol, los calcetines Rodolfo (¡cómo hemos podido vivir sin ellos!) o una teletienda o telerifa para teletontos con 'peludas' con labios desmesurados y ojos saltones. La sombra es una sombra de manos sarmentosas y chistera que devora los dragones (bonito dragón) y las hadas de la imaginación de los niños y las niñas, una sacamantecas de la fantasía que sale de la tele por su cuenta y riesgo para merendarse molleras, apetitos y sueños. Como no podía ser de otra manera: al malo, palo. Así que hay que resistir la tentación de ser abducidos y regresar al mundo de las sombras personales y los asombros particulares.
Cosquilleo en el patio de butacas con algún que otro boquiabierto espectador. Buen hormigueo en las tripas dejan estás hormigas trepadoras que funcionan como grupo residente en el Centro Municipal Puertas de Castilla, que además coproduce 'La sombra', lo que demuestra lo atinado de muchas de las iniciativas de esta institución.
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